Es la esencia filosófica destilada de los Upanishads, esas secciones de los Vedas que alientan al hombre a buscar dentro para encontrar las respuestas últimas. Los Upanishads van despojando las capas de ignorancia para revelar a Brahman, el suelo divino de toda existencia. Al contemplar verdades como «Tat Tvam Asi» – «Tú Eres Eso», el Vedanta dirige nuestra mirada hacia adentro para darnos cuenta de nuestra unión intrínseca con Brahman. Enseña que identificarse únicamente con el cuerpo y la mente mortales solo conduce al sufrimiento, pues son impermanentes por naturaleza. Pero identificarse con el ser inmortal, el Atman, conduce a la bienaventuranza eterna.
¿Cuál es la utilidad del Vedanta?
¡Pues es más útil que la lluvia en tiempo de cosecha! Al darnos cuenta de nuestra unidad con Brahman, ganamos la liberación de los ciclos del nacimiento y la muerte. El miedo, la preocupación y la ilusión se desvanecen a medida que florece la sabiduría dentro nuestro. La paz surge donde antes hubo tumulto.
El Vedanta nos muestra que al conocer nuestro verdadero ser, llegamos a amar y servir a todos los pueblos como expresiones de lo divino.