La física cuántica, al explorar lo pequeño de la materia, está desvelando que bajo lo externo y visible late una realidad más sutil y dinámica. Han descubierto que partículas consideradas sólidas pueden comportarse también como ondas, y que todo en el universo está intrínsecamente interconectado a escalas antes inimaginables. Esto hace eco a lo que el Vedanta siempre ha dicho: que detrás de la apariencia hay una realidad última indivisible que late en todo ser. Como las partículas cuánticas no tienen identidad fija hasta ser observadas, el Vedanta dice que nuestra verdadera naturaleza no se revela mientras nos aferremos a una identidad limitada. También, el principio cuántico de no localidad apunta a que todo existe como patrón de información en un campo holográfico común, igual que el Vedanta habla del alma cósmica que manifiesta toda forma. Queridos, la ciencia y la no-dualidad vedántica se están acercando cada vez más. Confío en que con el tiempo, ambos senderos confluyan en la Verdad más allá de toda definición. Mientras tanto, sigamos investigando con mente abierta el maravilloso misterio que es la existencia.